Una vez que hemos tomado la decisión de elegir un diseño apropiado para la habitación de nuestro bebé, nos enfrentamos a un desafío aún mayor: la elección de los colores que darán el toque final al resultado de la estancia. Esta etapa puede ser considerada como la más compleja, ya que los colores seleccionados condicionarán de manera drástica el ambiente del espacio durante un largo período de tiempo.
En este punto, es pertinente plantearnos una pregunta crucial: ¿Cuánto tiempo pensamos utilizar esta distribución de colores? La respuesta a esta interrogante será determinante en la elección cromática. No es lo mismo combinar colores pensando en una habitación exclusivamente para bebé, sabiendo que más adelante se transformará en un espacio infantil, o contemplando la posibilidad de reutilizarlo en el futuro para otro hermano o hermana. La durabilidad y versatilidad del esquema cromático se vuelven fundamentales para adaptarse a las diferentes etapas del crecimiento del niño o incluso para permitir su reutilización en el caso de una futura descendencia. Es fundamental tener en cuenta estas consideraciones para asegurarnos de que la elección de colores sea atemporal y se ajuste a las necesidades cambiantes a lo largo del tiempo, garantizando así una estancia armoniosa y funcional que acompañe al niño en su crecimiento.
Colores para habitaciones con cuna tradicional
Si pensamos en darle un uso únicamente como habitación de bebé, podremos buscar unas combinaciones de colores, tipos de puertas de armarios y módulos, cenefas, vinilos, elección de pomos o tiradores, etc., con un carácter más infantil. Incluso si tenemos la certeza de que será usado por un único inquilino, podremos jugar con colores más del signo del sexo del bebé.
Colores para habitaciones con cuna convertible o transformable
Si nos decantamos por una habitación de bebé que luego se transforma en habitación de niño, debemos tener muy presente este aspecto. Si infantilizamos mucho el diseño tanto en colores como en los elementos, en un futuro cuando nuestro hijo o hija vaya creciendo, se sentirá incomodo en un universo anacrónico. Al igual que en la opción de habitación exclusivamente de bebe, deberemos barajar la opción de si será utilizado por un segundo niño o niña, para realizar una elección de colores neutra.
Elección de combinaciones de colores más conservadores y menos arriesgados
Una forma de conseguir un aspecto más infantil pero que a la vez nos permitirá en un futuro poder revertir esta situación, es elegir colores neutros para los muebles sin mucho contraste , y por otro lado, arriesgar más jugando con los tiradores, cenefas, color de paredes, cortinas, alfombras, vinilos, etc., que son elementos mucho más fácilmente reversibles. De esta manera, dispondremos de una habitación de un carácter plenamente infantil para la primera etapa de nuestro hijo, pero que a su vez, con unos pequeños cambios podremos transformar en un universo más juvenil.
Colores para habitaciones de bebés pequeñas o poco luminosas
Si disponemos de una habitación pequeña o poco luminosa, es preferible que optemos por elegir tonalidades claras tanto en para las paredes como para la elección del color base o genérico de nuestros muebles. Únicamente usaremos los colores más llamativos para elementos puntuales como pueden ser frentes de cajones, estanterías, puertas no muy grandes, tiradores, etc. Si por otro lado, nuestra estancia es amplia y luminosa, podremos arriesgar en la elección de colores más subidos para el resto de elementos.
Elección de tipo y color de cortina en la habitación de nuestro bebé
Otro aspecto muy importante es el tipo y color de cortina que vamos a colocar, ya que nos filtrará la luz natural que nos entra en la estancia y nos matizará el abanico de colores que hayamos dispuesto. Para estancias pequeñas o poco iluminadas es aconsejable instalar una cortina que nos filtre la mayor cantidad de luz posible, mientras que para estancias amplias, usaremos el efecto contrario con cortinas más oscuras y tupidas.
Foto de Michal Bar Haim en Unsplash