Antes de entrar en materia acerca del mundo de los colores en el Feng Shui, para todos aquellos a los que el arte del Feng Shui les resulte desconocido, vamos a tratar de exponer una breve descripción del Feng Shui propiamente dicho.
El Feng Shui es un arte o disciplina ancestral incluído en la filosofía Taoísta. Originariamente era parte del cuerpo de conocimientos que unía filosofía con ciencia natural y que se encargaba de estudiar e interpretar los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima y los astros.
Podríamos explicar con más detalle los orígenes de esta doctrina y en qué consiste, pero daría para escribir un libro entero. Así que mejor centrémonos en lo que interesa, que es lo que nos dice el Feng Shui acerca de los colores y el efecto que nos producen.
El Feng Shui se basa en la Teoría de los Cinco Elementos para clasificar los fenómenos naturales y sus interrelaciones. Estos Cinco Elementos son la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. Entonces nos preguntaremos: “¿Qué tienen que ver los Cinco Elementos con los colores?”. Pues bien, el Feng Shui nos muestra que la energía de los Cinco Elementos se puede representar en los colores.
De todo lo que percibimos, el color es una parte muy importante de nuestra vida cotidiana. Entre los efectos que el color nos provoca, se encuentra su efecto psicológico, su influencia sobre nuestro estado de ánimo e incluso nos provoca sensaciones, entre otros.
Si aplicamos a la decoración los colores según el Feng Shui, se ha de escoger el color en función de la actividad que vayamos a desarrollar en la habitación que queremos decorar. Por ejemplo, si en la habitación a decorar vamos a desarrollar una actividad creativa, utilizaremos colores vivos. Sin embargo, si la actividad va a ser relajante, entonces conviene usar tonos pastel.
Según el Feng Shui podemos dividir los colores en función de las energías Ying y Yang. La energía Ying es pasiva, por lo que a las personas nos produce un efecto relajante, pausado y tranquilizador. En cambio la energía Yang es activa, por lo que nos provocará sensaciones de pasión, entusiasmo y motivación.
Por lo tanto los colores Yang son por ejemplo el amarillo, el naranja y el rojo. Por el contrario los colores Ying son el azul, el negro, el púrpura o el blanco.
Entonces, ¿cómo relacionamos los colores con los Cinco Elementos del Feng Shui? Pues tan sencillo como considerando las siguientes tablas:
Reconocemos que la interpretación de estas tablas no es tarea fácil, pero intentaremos explicarlo de la manera más ilustrativa posible.
La columna de las orientaciones sirve para elegir el color de la casa según a qué punto cardinal esté orientada su fachada. Los cinco elementos se relacionan entre sí de dos maneras, mediante un ciclo constructivo o un ciclo destructivo. La secuencia constructiva corresponde a la tabla: Madera-Fuego-Tierra-Metal-Agua. La destructiva, que a pesar del nombre no es mala, sino que es otra manera de encontrar el equilibrio, correponde con la secuencia: Madera-Tierra-Agua-Fuego-Metal.
Se recomienda usar los grupos de tres en tres, es decir, por ejemplo siguiendo la secuencia constructiva, podemos escoger la secuencia Tierra-Metal-Agua, que en colores corresponde con tostados-blancos-negros.
A continuación, describimos brevemente la relación Elementos-Colores.
Colores del elemento Madera
Los verdes y azules representan la primavera y el renacer. Los colores que representan la madera transmiten calma, tranquilidad. Sono tonos que ayudan al optimismo y a la creatividad. Colores ideales para habitaciones donde se quiere resaltar la calma, el crecimiento, la creatividad y la armonía.
Colores del elemento Fuego
En China, el rojo se considera el color de la suerte. Se trata de un color Yang, como hemos comentado anteriormente, y por lo tanto un color que estimula la energía. No hay que abusar de los colores rojizos porque son tonos que nos llaman la atención. Poco adecuados para entornos de trabajo, donde pueden provocar distracción. Los tonos atenuados, como el color salmón o el albaricoque son ideales para crear ambientes cálidos y armoniosos. Los colores del elemento fuego se asocian con el amor y el matrimonio.
Colores del elemento Tierra
Los colores del elemento tierra son representados por tonos tostados y amarronados. Representan estabilidad y seguridad, por lo que son muy recomendados para suelos. Cuanto más anaranjados sean estos tonos, nos ayudarán a resaltar ambientes cálidos, ya que fortifican la luz del sol. No son recomendados para entornos de trabajo ya que no ayudan a la creatividad. Los colores amarillentos exitan el sistema nerviosos y son colores optimistas, ideales para cocinas o lugares oscuros. Considerado el símbolo de la conexión, los tonos amarillos, ocres o dorados son ideales para habitaciones y ayudan a concebir.
Colores del elemento Metal
Los tonos grises transmiten formalidad y seriedad, por lo que combinados con tonos azules, son ideales para entornos de trabajo. El blanco es el color por excelencia de la pureza y la pulcritud. Es ideal para cuartos de baño y cocinas. Representan la energía yang y conviene combinarlos con tonos negros para introducir el yin y así buscar el equilibrio. No es adecuado para salones, puesto que dan sensación de frialdad en un entorno que por naturaleza debería de ser cálido.
Colores del elemento Agua
El azul oscuro representa el cielo, por lo que es muy recomendable para dormitorios. Los colores del elemento agua son tonos que absorben gran cantidad de luz y apagan y oscurecen ambientes. Adecuados para entornos de trabajo donde se realicen maniobras comerciales ya que combinados con el rojo, que atrae la fama, favorece el éxito. Para lugares de reunión se recomiendan tonos violetas.
Foto de César Couto en Unsplash