Si bien el mantenimiento regular de las manijas,
cerrojos
y cerraduras de las puertas es importante, puede llegar un momento en que sea necesaria una reparación o un reemplazo. En algunos casos, este puede ser un proyecto de bricolaje que puede realizar usted mismo si sabe cómo reemplazar la manija o la cerradura de una puerta, pero en otros casos, es mejor llamar a un profesional.
Las tareas de mantenimiento simples, como limpiar y lubricar las cerraduras y apretar los tornillos sueltos, así como la reparación básica de la manija de la puerta y la reparación básica de la cerradura de la puerta, generalmente son seguras de realizar por su cuenta. Sin embargo, reparaciones más complejas, como reemplazar un mecanismo de cerradura roto o instalar una manija de puerta nueva, pueden requerir asistencia profesional.
Intentar realizar una reparación para la que no está preparado podría provocar más daños o lesiones. Si no está seguro acerca de la reparación, es mejor ser precavido y llamar a un profesional.
Además, si está buscando actualizar las manijas o cerraduras de sus puertas por razones de seguridad, un cerrajero profesional puede ayudarlo a elegir el hardware adecuado para sus necesidades e instalarlo correctamente para garantizar la máxima efectividad.
En general, si bien el mantenimiento realizado por usted mismo puede ser eficaz para tareas básicas, es importante conocer sus límites y cuándo llamar a un profesional para reparaciones o actualizaciones más complejas.