El
suelo de hormigón
Bajo mantenimiento: Las mismas propiedades que hacen que los pisos de concreto sean tan duraderos también los hacen fáciles de cuidar. Los pisos de concreto debidamente sellados resisten la suciedad, la arena, las manchas, los derrames y los impactos fuertes. Un poco de barrido y trapeado húmedo es todo lo que se necesita para mantenerlos como nuevos.
Hermosas opciones de diseño: Las técnicas modernas para el acabado del concreto han hecho que los pisos de concreto pasen de ser aburridos a ser lujosos. Agregar tintes mientras se mezcla el concreto húmedo produce concreto en una amplia gama de colores terrosos. Los tratamientos de superficie, como los tintes ácidos, los tintes para concreto y la pintura hecha para pisos de concreto, pueden convertir el concreto simple en acabados hermosos y únicos. Además, el hormigón se puede estampar con plantillas de goma para darle textura. Combinado con los tintes o agentes colorantes adecuados, el hormigón acabado puede imitar baldosas de cerámica, piedra natural, ladrillo e incluso tierra.
Pisos con calefacción: para construcciones nuevas o para concreto vertido sobre una losa existente, tiene la opción de agregar calor por piso radiante: cables eléctricos o tubos de agua caliente incrustados en el concreto para crear pisos cálidos y cómodos.
Respetuoso con el medio ambiente: el hormigón no agota los recursos naturales, requiere menos energía que otros tipos de suelos para su producción y se fabrica (vierte) localmente. El hormigón es bueno para la calidad del aire interior porque inhibe el moho y los olores; No contiene COV potencialmente dañinos y se puede terminar con selladores sin COV. La absorción de aire caliente y frío por parte del hormigón minimiza la necesidad de calefacción y refrigeración. Y el hormigón se puede reciclar y la superficie reduce la necesidad de desechar residuos, como restos de pisos y contrapisos.